Septiembre es el mes de la vuelta al cole y además de comprar los libros y los uniformes es la época de realizar las revisiones pediátricas y de algunas especialidades como la oftalmología. Nuestra función es recordar a los padres la importancia de una visión correcta para conseguir el mayor beneficio del sistema educativo. En la actualidad nuestros niños exigen mucho a su visión ya que además de los libros tradicionales deben fijar la vista en las pantallas de los ordenadores y en otros dispositivos digitales tanto para el estudio como para los juegos.

Sistema visual en los niños

El sistema visual en los niños está en desarrollo y por ello cualquier defecto no tratado detendrá su evolución y puede ocasionar ambliopía (denominado “ojo vago”). En ocasiones, los padres son reticentes a realizar este screening visual ya que consideran que su hijo ve bien y no se ha quejado de nada. Sin embargo, no han comprobado si ve igual de bien con ambos ojos o en realidad funciona sólo con uno y el otro está anulado. Es habitual que los niños no lo refieran, a menos que se les pregunte específicamente, puesto que para ellos es tan normal ver más con un ojo que con otro como el no ver por la espalda, ya que siempre han visto así. Sin embargo, para que los centros visuales del cerebro se desarrollen adecuadamente se necesita que la información que le llega al cerebro de los dos ojos sea de la misma calidad y eso solo se puede comprobar mediante una exploración oftalmológica.

Revisión oftalmológica infantil

Asimismo, determinados defectos ópticos como la hipermetropía o el astigmatismo ligeros permiten una buena visión, pero a costa de hacer un mayor esfuerzo, por lo que producen cansancio e incomodidad visual que provoca que el niño se canse antes en las actividades que requieran una buena agudeza visual. Esto evidentemente influye en su capacidad para mantener la fijación y disminuye su capacidad de concentración.

Recomendaciones

La Academia Americana de Oftalmología recomienda una revisión oftalmológica infantil anual aunque no se les haya detectado ningún problema. Así pues, los meses de septiembre y octubre son los más utilizados para realizar la revisión oftalmológica infantil para conseguir el mejor rendimiento en su escolarización.